MATER
Sábado 23 de
enero. Otro sábado más lleno de nervios. Nervios al enfrentarnos a otro equipo.
Nervios al querer demostrar en el campo nuestras ganas de jugar. Nervios y
emoción por otro partido más. Esta vez nuestro rival era Virgen de Atocha y el
partido empezaba a las 10:30 en el colegio Mater. Llegamos media hora antes de
que empezase el partido para calentar y practicar entradas, tiro y bloqueos que
últimamente nos hace mucha falta. Llevábamos puesta la equipación azul del
Mater y perdimos tiempo de calentamiento cuando vimos que el otro colegio
también tenía una equipación parecida a la nuestra. Para que no hubiese
confusiones tuvimos que cambiarnos y pedir algunas ya que algunas jugadoras de
nuestro equipo habían olvidado la suya. Cuando por fin estábamos listas el
árbitro pitó que quedaban 3 minutos para que empezase. Fuimos al banquillo para
que Rafa nos explicase la presión y cómo íbamos a jugar. Saludamos al rival y
nos mentalizamos para jugar bien y poder ganar. La primera canasta fue a
nuestro favor pero durante el primer cuarto fueron rompiendo la presión y
consiguieron marcar varias canastas. Rafa pidió algunos tiempos para que
defendiésemos mejor y para decirnos que debíamos entrar más a canasta porque
hacíamos pases malos que el otro equipo nos robaba y que aprovechaba para
meter. En el segundo cuarto conseguimos que nos metiesen menos canastas y
logramos bajar la diferencia entre en el marcador. En el descanso de la primera
parte estuvimos practicando tiro y nos animamos más. El tercer cuarto lo
comenzamos mejor que el segundo y nos metieron menos puntos. Cada vez jugábamos
mejor aunque nos separaba todavía gran diferencia en el marcador. En el último
cuarto conseguimos por primera vez en todo el partido meter más puntos que
ellas. Marcamos un 5-2 nosotras por encima en el último cuarto. A pesar de
nuestro esfuerzo, de las faltas que no se pitaron y el cansancio que nos
provocó esforzarnos al final en vez de al principio perdimos de 18 puntos. El
resultado final fue 36-18. No importa perder un partido, lo que importa es no
aprender de los errores que cometemos. Nos hace falta más fuerza y más
confianza. A veces nos dejamos llevar por la desesperación.Después del partido
revisamos el acta y estuvimos hablando sobre el partido y sobre aquellos fallos
que tuvimos para no repetirlos. Después de todo más que una derrota ha sido una
lección. Iremos a por el próximo con más ganas. Para demostrar que somos del MATER.
Claudia Ramos (jugadora del cadete"B" de baloncesto)
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