El sábado 13 de febrero
fuimos al Colegio Gutenberg.
El día estaba nublado, y
desafortunadamente se puso a llover. El campo estaba muy mojado, y la única
opción de jugar el partido era trasladarlo al lunes 15 de febrero, y así se
hizo.
Una vez en el colegio,
empezamos a calentar. Vimos que el campo era más grande que en los que solemos
jugar, y además hacía mucho frío, pero eso no nos desanimó.
El partido empezó, y todos
los padres nos animaban. La verdad es que estábamos bastante igualadas, aunque
ellas llegaban más a canasta.
Nosotras nos dedicábamos
sobre todo a pasar y cortar, cada una en su posición. Esta estrategia la
estuvimos depurando durante los entrenamientos anteriores, por lo que en el
partido no fue demasiado difícil. Según la entrenadora, Carmen, movimos
bastante bien el balón.
En el partido nos
esforzamos mucho, y aunque no pudimos ganarlo, cada una dimos lo mejor de
nosotras, que es lo que realmente importa (aunque ganar de vez en cuando
tampoco está mal), además, la diferencia de resultado no fue tan grande en
comparación con otros partidos, lo que indica que hemos mejorado.
Sobre todo, lo que me
llevo de este partido, igual que de todos, es que he hecho deporte con mis
amigas, he jugado en equipo y he ayudado a dar lo mejor de mí y de mis
compañeras, por esa razón, aunque no ganemos partidos, merece la pena jugar al
baloncesto.
PAOLA BLANCO, 1º ESO.
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