El pasado
sábado recibimos en nuestra cancha al S.C Alcalá a las doce de la mañana. Ya
antes de empezar el partido sabíamos que este sería complicado, pues además de
que las jugadoras eran dos años más mayores, el mater se presentaba con muchas
bajas y solo pudimos contar con siete de nuestras jugadoras.
Aun así
afrontamos el partido con unas ganas enormes y yo diría que ha sido el partido
en el que más hemos luchado de principio a fin. Sin embargo la altura, fuerza
física y mal arbitraje, hicieron que desde el inicio las diferencias en el
marcador fueran muy grandes a favor del S.C. Alcalá. Por momentos, parecía que
estábamos jugando a rugby y no a baloncesto, pues nuestras rivales aprovechaban
su corpulencia para agarrarnos el balón (muchas veces abusando de las faltas
personales que el árbitro no señalaba) y como la colegiada tardaba mucho
tiempo en señalar las luchas, muchas jugadoras de ambos equipos terminaban en
el suelo luchando por el balón. El resultado al descanso era de 27-2 a favor
del S.C. Alcalá.
Las
jugadoras del Mater nunca dimos el partido por perdido. Tampoco lo hicieron
nuestros padres y amigos que siguieron animándonos durante todo el encuentro.
El último cuarto del partido se resume en que la jugadora número 15 del equipo
visitante, acampó en nuestra zona durante los 10 minutos del cuarto sin que el
árbitro sancionara su acción ilegal, lo que hizo que nuestros padres desde el
banquillo protestaran estas acciones.
El resultado
final fue 53-2, no hace justicia a que nos dejamos literalmente la piel en el
campo. Aun así sabemos que tenemos que mejorar muchas cosas en nuestro juego y
perder el miedo a enfrentarnos con chicas más mayores y fuertes que nosotras. Esta
derrota ha servido para hacernos más fuertes.
Ana Bernad
Fernández 6ºB (Infantil B femenino)
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